Dicen que soñar no cuesta nada, pero la verdad es que, sobre todo, para quienes vivimos en un mundo de sueños, el precio de ellos es bastante alto; sí! es cierto, a pesar de que todo el tiempo uno esté tratando de perseguir o conseguir volver realidad un sueño, y hasta se divierta en la tarea, es inevitable darse un porrazo contra el piso cuando esa bendita realidad nos guiña un ojito; cuando nos da un pequeñito abrir las persianas para enseñarnos que, después de todo el lugar donde estamos no existe ni las personas que comparten nuestro mundo estan demasiado lejos e incluso totalmente ajenas a nosotros o cuanto se relaciona con uno mismo. Será que es un doloroso modo de recordarnos y mantenernos amarrados a la pata de la cama de la realidad... ?
Particularmente y aunque la vida no me lo pregunte, no me gusta nadita nada esa forma de hacerlo y si no es mucha molestia... Señora vida, será que me puede dejar con mis fantasias y ahorrarme esos porrazos ? que para golpes ya he recibido bastanticos...
Dejenme dormir... zzzzzzzzzzzzz
No hay comentarios:
Publicar un comentario