Cualquier tarde de cualquier día
me siento a pensar en nosotros,
dos soledades que de pronto se hallaron
se correspondieron y empezaron a caminar juntas
Desde entonces dependo de tí
de tu risa, del sol de tus ojos,
de tus manos amorosas que me guían,
del suave calor de tu piel
Si tan solo un momento te alejas
empiezo a marchitarme enseguida,
soy un cuerpo solitario y vacío
del que fugitiva escapa su alma
Por lo que a mi vida has dado,
y las ilusiones compartidas,
gracias por reír feliz conmigo
por haberte cruzado en mi camino
Por darme tu amor,
por cubrirme como una palmera
por recordarme en una estrella,
gracias por estar aquí para que yo te quiera...